Sobre La 66a edición del Festival de Cannes que fue celebrada del 15 al 26 de mayo 2013.
Cannes ha resultado ser más una ciudad
clasista, elitista y muy poco amable con el turista en general, el paraíso que anuncian y tanto promocionan,
solo está al alcance de aquellos
que estén dispuestos y en la posición de desembolsar una considerable suma de
dinero. Acentuándose mucho más, en las fechas en que el famoso festival de cine
se lleva acabo.

En
fin, hablando más acerca del festival, voy a ser sincera al decir que no estoy
interesada en discutir sobre la selección, los actores o los premios. Sin duda
los amantes del cine no necesitan que yo les venga a hablar acerca de ello. En
cambio, a mi me resultó mucho más interesante la dinámica y los elementos que
surgieron alrededor del festival y que involucran a toda la ciudad de Cannes y
sus alrededores.
Año
con año el festival se da a la tarea de presentar ante un muy diversificado
público, una enorme lista de Films de largometrajes y cortometrajes
pertenecientes a diferentes nacionalidades y escuelas, que van de la mano de
conferencias, eventos y luminarias en buscan satisfacer a todos los gustos y géneros
interesados en el mundo cinematográfico. Para lleva a cabo esta titánica tarea,
la larga lista de proyecciones se ve dividida en principalmente (pero no
exclusivamente) en dos secciones.
Por un lado están aquellas que pertenecen a la Selección Oficial y que
están dentro de la competición. Y por el otro lado, están aquellas que también
pertenecen a la Selección Oficial pero que no están en la carrera por obtener
la palma de Oro otorgada al final del festival. De la misma manera, las salas
de proyecciones distribuidas por toda la ciudad, se ven divididas en dos: Las
Salas del Festival y las Salas del Marché du Film.
Y
es precisamente aquí cuando todo el frenesí da comienzo, con muchos meses de
anticipación se abre la convocatoria para todas aquellas personas que estén
interesadas en conseguir su Badge.
También, aquellos que viven en la ciudad se inscriben a un sorteo con la
esperanza de obtener un boleto ganador que les permita acceder a la codiciada
alfombra roja. Una cosa está clara, si no tienes un pase o Badge de
Acreditación, mejor no pierdas el tiempo en filas interminables, deja eso
y aprovecha el tiempo visitando
uno de los tantos bares que en esta temporada del año comienzan a rebosar de la
gran población turística que ahora los frecuenta.
Esta
recomendación la hago, porque es bien sabido y constantemente repetido por los
representantes del festival, que las plazas son sumamente limitadas y muchas
veces, aún con pasé y aún habiendo hecho fila bajo la torrencial lluvia o el
ardiente sol (la semana del festival, el clima siempre es una locura) uno
simplemente se queda fuera.
Así que si verdaderamente deseas disfrutar de un
film y no cuentas con las preciadas invitaciones, lo más recomendable es ir al
cine de la playa que es abierto al publico y si acaso te quedas fuera, puedes
igualmente disfrutar del film simplemente acomodadote en los alrededores.
Pero
si en verdad estás empeñado en entrar, bueno, haz como muchas personas que se
ponen sus mejores galas y esperan a las puertas de las salas de proyección, sin
importar que llueva truene o relampagueé, con la ilusión de que alguien les de
un boleto para la película que desean ver. Esta tradición se ha vuelto cada vez
más y más famosa entre los visitantes, al punto que se ha convertido en parte
del espectáculo masivo que es Cannes.
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